El escultor italiano ve el arte simplemente como "algo que nos ayuda a sentirnos vivos, a no estar dormidos". "La obra de arte se realiza siempre, por eso no es una utopía, ni una promesa, es una realidad", puntualiza. Aunque el CGAC lleva ya funcionando unos meses con varias exposiciones, la última sobre el arquitecto portugués Álvaro Siza, que diseñó el edificio del museo, la muestra de Anselmo significa el inicio del programa estable del centro. El CGAC fue abierto hace ya más de un año sin haber designado a sus responsables ni elaborar un proyecto museístico. En él ha trabajado en los últimos meses la directora artística, Gloria Moure, y por eso la exposición que hoy se inaugura en Santiago de qompostela supone el inicio de un nuevo camino.El turinés Anselmo ya expuso en 1991 en una galería madrileña y participó en algunas muestras colectivas, una de ellas en el Reina Sofía. Pero nunca se había ofrecido al público español una colección tan detallada de su obra. A pesar de que han transcurrido casi tres décadas desde que se realizaron las primeras creaciones de Anselmo expuestas en el CGAC, el conjunto de la muestra revela que sus obsesiones artísticas apenas han cambiado con el paso de los años: el movimiento, la gravedad, el peso, la energía, el propio tiempo. "Uno siempre es uno por mucho que cambie el entorno", explica Anselmo. "Pueden cambiar los puntos de vista o el lenguaje, pero los problemas de fondo siempre son los mismos, como la relación entre lo pesado y lo ligero".
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